FOLKLOR

FOLKLOR

En Aguascalientes contamos con una riqueza singular en cuanto a baile folklórico se refiere; ésta se alimenta principalmente por las tradiciones, leyendas oficios característicos de esta región y las costumbres que se adoptaron a lo largo de la historia. Hechos que se matizan de color y alegría por medio de las coreografías diseñadas y representadas especialmente por la Compañía Estatal de Danza, quien ha recorrido innumerables lugares de todo el mundo llevando nuestras estampas folklóricas. 

Año con año dentro del Programa Cultural de la Feria Nacional de San Marcos, podemos apreciar la majestuosidad de este arte en el espectáculo “Ferial de Aguascalientes”, producción artística y cultural que ofrece una coordinación escénica en la que colaboran artistas locales y nacionales.

Entre la gran variedad de bailes, podemos mencionar algunos que representan majestuosamente el arte de la danza en el Estado, entre ellos existen:

A) La Pelea de Gallos.

A mediados de la década de los cuarenta el músico Juan S. Garrido compuso un bello son donde se hace alusión a una de las actividades populares de mayor arraigo entre los asistentes a la Feria de San Marcos. 

Con el paso de los años, esta magnífica canción ha sido adoptada como el himno popular de Aguascalientes.

En este baile, las mujeres lucen faldas largas adornadas de colores vivos. Los hombres visten traje de charro, regularmente oscuro, con sombrero de ala ancha y botas largas. 

Este baile se considera el más representativo del estado. Es un baile vistosísimo y lleno de vitalidad, las mujeres hacen volar su falda mostrando la lúcida paleta de colores de los hilos con que se teje. Los hombres por su parte, acompañan la alegría con saltos y piruetas, evocando a los gallos.

b) Danza de Ferrocarrileros.

Este baile, es un reconocimiento al gremio ferrocarrilero aguascalentense que dio durante más de cien años progreso al país y sustento a sus familias. 

Con paso decidido, fuerte sonido e impecable coordinación que asemejan la marcha de un ferrocarril, se caracteriza esta coreografía original del Mtro. José Luis Sustaita.

Es representado solo por hombres que visten a la usanza de obreros del ferrocarril de los primeros años del siglo XX, con overol de mezclilla, gorra, playera de algodón blanca y un paliacate rojo al cuello. 

c) Danza de las Bordadoras.

La intrincada red de hilos y creatividad que constituyen los bordados y deshilados aguascalentenses han favorecido el reconocimiento mundial para nuestras mujeres, destacándose primordialmente los resultados de sus manos y espíritus que se ven reflejados en cada paso de esta estampa. 

En este precioso bailable participan solo mujeres que portan un vestido típico adornado con alguna muestra de deshilado o bordado y lleno también de color. Asimismo, portan un enorme bastidor circular con tela puesta, para representar la amable labor del bordado, y el deshilado. 

Esta es una adaptación a la coreografía original del Mtro. Benavides, (q.e.p.d.), donde las mujeres van trazando líneas imaginarias en sus movimientos y hacen con el viento como hilo, un tejido que se ve solo con el corazón. 

d) Jarabe de las Palomas.

Durante la época de consolidación de nuestra República en el siglo XIX, las tradiciones populares produjeron incontables temas musicales inspirados en aves.

Inspirado en ellos y en la apacible vida provinciana, el Mtro. Ramón Benavides creó esta singular coreografía con la colaboración del Mtro. Ladislao Juárez Ponce.

También se representa sólo por mujeres quienes rebosantes, mueven las puntas de su regio vestido blanco imitando las alas de las palomas. Su vestido posee un fondo de color contrastante con el blanco del exterior. 

e) Capela de Charros.

A la Feria de San Marcos llegan visitantes de todos los rincones de México y del mundo, compartiendo diversos tipos de programas y espectáculos. Las corridas de toros y las charreadas son algunos de los más favorecidos. En este diseño coreográfico se recrea, a capela, la comunión de los charros con sus nobles caballos.

Este baile es representado sólo por hombres, y el papel musical más importante, en algunos casos el único, es el del zapateo de las botas de los charros. Sin duda un regocijo a los sentidos.